sábado, 9 de julio de 2011

Historia de Swinger (real)

Mi marido y yo siempre hemos tenido fantasías como toda pareja las tiene, nunca llegué a pensar en que se convirtieran en realidad, aunque cuando hacíamos el amor nos imaginábamos que otra persona estuviera con nosotros y gozábamos y les puedo decir que mis orgasmos fueron intensos. Un par de ocasiones mi marido me dijo que buscara el momento y la persona con quien pudiéramos hacer realidad nuestra fantasía, pero como soy un poco tímida le dije que eso era muy difícil para mí, pero que si él buscaba el momento y la persona lo más posible es que yo lo hiciera.
Siempre deseamos un trío y hacerlo con otro hombre era lo que a mi marido más lo calentaba, pues él dice que yo tengo el cuerpo para hacer gozar a los hombres, paso a describirme: en realidad no soy una reina de belleza, pero me considero atractiva. Mi talla de sostén es 36 C, y tengo un culo parado y grande, que a mi marido le fascina y me doy cuenta que el no es el único. Soy una latina y me considero muy ardiente a la hora de dar placer y sentir placer, creo que lo hago muy bien, aunque como les digo, en verdad soy un poco penosa aunque al lado de mi marido Michel, hemos vivido cosas calientes.
Nunca se me olvida el día que me llevó a ver un show de gente teniendo sexo, lo cual fue realmente excitante, pues ver tantas parejas culiando, chupándose, acariciándose y teniendo sexo oral, fue realmente cachondeante, pero no se podía tocar a la gente o hacer nada, sólo ver era un tremendo show y muchas veces me masturbé pensando en eso y al hacerlo con mi marido era empezar esa fantasía de culiarme otros hombres. Tanto así han pasado varias oportunidades en las que había podido hacer realidad la fantasía de tener un trío.
Una vez hice un striptease delante de uno de los amigos de mi marido, pues tenía unos tragos de más en la cabeza. Ese día bailé y no me quité del todo la ropa, pero Fernando, así se llamaba el amigo de mi marido, estaba tan caliente y creo que al ver mi tanga y mi sostén, tuvo una erección, la cual se le notaba por encima del pantalón. Ese día no pasó nada pues yo realmente estaba jugando y sólo quería divertirme y no lo quise hacer, no me gustaba o no me atraía como hombre; la segunda vez era un compañero de trabajo mío el cual nos invitó a mi marido y a mí a su apartamento. Estuvimos conversando de todos los temas, mi marido se veía cachondo con los temas que tocábamos de sexo, y mi compañero de trabajo también, pero yo sentí mucha pena y decidí que nos fuéramos, pues sentí que no estaba lista para hacer un trío, pero a pesar de todo me vine más de una vez imaginando lo que había podido pasar ese día, tuve los mejores polvos con mi marido Michel, gozamos y sobre todo él, ya que cuando yo estoy cachonda me gusta hacer de todo y lo más rico es que me meta su polla por el culo.
Ahora paso a contarles mi experiencia de la cual no me voy a olvidar nunca.. Estaba trabajando un sábado en la noche y al llegar a mi casa encontré a mi marido Michel con su amigo Julián escuchando música y tomando cerveza. Michel me dijo que los acompañara, le dije que sí, pero que antes me iba a duchar y así lo hice. Me puse unos shorts y una blusa, que dejaba ver que no llevaba sostén y se me notaban los pezones parados, lo cual fue lo primero que me miró mi marido y su amigo Julián. Hablamos de muchos temas y vi que en la mesa había unas fotos mías que mi marido me había tomado meses atrás, eran unas fotos muy intimas para mí, pues son muy calientes, en ellas estoy casi desnuda y en ropa interior, son unas fotos muy sexy. Al parecer mi marido se las había mostrado a Julián y aunque yo me sentí avergonzada de que Julián las hubiera mirado, a la vez me gustaba y me calentaba lo que él estuviera sintiendo y pensando. Fue entonces cuando Julián empezó a preguntarme cosas intimas y calientes, por ejemplo que si yo me masturbaba, que si tenía fantasías y que clase de fantasías tenía y yo le contestaba todo y a la vez sentía que me mojaba, pues tenía a dos hombres enfrente de mí mirándome con deseo y esperando cuando iba ser el momento o quien iba a tomar la iniciativa o propuesta de hacer un trío. Yo por mi parte me volvía más sensual con mi manera de hablar y los provocaba cuando me paraba a la nevera a agarrar otra cerveza, me agachaba enfrente de ellos disimulando que algo se me caía y les mostraba un culo.
Yo sabía que Michel volaba de lo caliente que estaba de ver semejante espectáculo y saber que su amigo estaba allí deseándome. Le pregunté a Julián que cual era su fantasía y me dijo que él quería que una mujer le hiciera un striptease y me preguntó que si yo podía bailar para él, mi marido también me lo pedía y yo accedí. Entré a mi cuarto y me cambié de ropa, me puse un vestido ceñido de color negro muy sexy, me miré al espejo y me di cuenta de lo bien que me quedaba, modestia aparte claro, me puse unos zapatos altos que me hacían resaltar el culo y el cual se veía mas parado, solté mi pelo y abrí la puerta. Detrás de la puerta estaban esperándome, pues creían que yo no iba a ser capaz de salir, pero cuando me vieron vestida así, me di cuenta la gran arrechera y lo cachondos que estaban. Michel puso música muy sensual y a Julián se le veía que lo que estaba viviendo era imposible de creer. Empezaron ambos a decirme que bien me veía, que me veía caliente, Julián admiraba mi culo y las tetas, decía que grandes y que buenas estaban; empecé a moverme al ritmo de la música y sé que me movía con sensualidad, pues yo sola lo hice imaginando que había hombres mirándome bailar, me empecé a acercar a ellos, luego a Michel, me sobé en su pierna mientras que Julián sufría, Michel me mandó la mano al culo y le decía a Julián que mi culo estaba durito y rico, luego me acerqué a Julián con un poquito de pena subiéndome el vestido un poco, me decía que yo estaba muy buena…
En esas Michel se paró y me dijo que me pusiera el otro vestido que era más sensual y atrevido, yo por mi parte solo quería complacer a esos dos hombres, me cambié y me puse un vestido blanco súper corto, que si me agachaba un poquito y se me veía todo el culo, seguí con el ritmo de la música moviéndome más y mojándome de una manera increíble. Michel se paró de la silla y empezó a tocarme mientras Julián miraba el espectáculo, Michel me tocaba el culo y metía la mano y le decía a Julián, “tócala, está súper caliente”, en eso Michel condujo la mano de Julián hacia mí y él tocaba mis nalgas de una manera muy suave. Se paró del asiento y quedé en medio de dos hombres y empezó un juego de manos. Mi cuerpo estaba tan caliente que lo podía sentir en mi cara, me empecé a besar con Julián, fue un juego de lenguas, mientras Michel se deleitaba tocándome las tetas, ya que él estaba detrás de mí y metía sus manos por el vestido.
Bajé la mano y toqué por encima del pantalón de Julián y sentí su erección, en ese momento me sentí mucho más cachonda y me voltee hacia Michel y me besé con él, me metía su lengua con tanta fuerza a la boca que se le sentían las ganas que tenía que esto pasara, me tiraron los dos al sofá de la sala y Julián me subió el vestido metiéndome los dedos a mi chocha que estaba tan calientica pero para su sorpresa, estaba bien afeitadita. Él no lo podía creer, me decía que chocha tan linda y tan rica, luego cambiaron y Michel me tocaba y me empezó a acariciar con su lengua y lamer esos jugos que me salían a cantaros, me sentía empapada. Julián se quitó la ropa y me puso su verga hinchada en la cara y también se sentían los jugos brotando de él, estaba completamente mojado. Mientras Michel me daba lengua, yo le chupaba la verga a Julián, pues me sabían riquísimos esos jugos. Michel se paró y empezó a clavarme su verga, que se sentía calientica dentro de mí y él se dedicó a darme y yo me dediqué a mamársela a Julián. Michel me repetía que me amaba y que me agradecía por hacer realidad su fantasía, mientras que sentía como me bombeaba una gran cantidad de su leche en mi chocha, yo también sentí mi primer orgasmo y le mamé la verga a Julián con más intensidad.
Julián quería clavarme y le dijo a Michel que se quitara para poder hacerlo él también y así fue, Julián me la clavó con toda fuerza, me hizo acomodar en cuatro y empezó a darme, yo sentía que me moría. Mientras tanto a Michel le volvía su erección y cambiaron de nuevo, Michel continuó y yo me senté encima de él mientras que Julián fue a la cocina, cogió el aceite y me lleno de aceite las nalgas y el ojo del culo para meter sus dedos en mi culo. Eso se sentía riquísimo, fue una sensación nueva, fue la locura para mí mientras que yo seguía metiendo y sacando la verga de Michel, Julián me hizo recostar más en el sofá y me empezó a meter su verga por el culo. Yo gritaba y no era de dolor, era de placer y sentía como mis músculos se expandían para dar campo a esas dos vergas que entraban dentro de mí. Gritaba y pedía más, sentía uno y otro orgasmo seguidos, era delicioso sentir estar en la mitad de esos dos cuerpos, era tremendo sándwich. Después se paró Michel y se vino en mi cara, una cantidad de leche salió de él y yo me la restregué en la cara y en el cuello y seguí culiando con Michel hasta que él se vino, echándome su leche en mis tetas, la que estregué con la de Julián que había caído en mi cuello y cara. Me sentía en las nubes, en un paraíso con esos dos hombres. Fui al baño y me limpié, Michel y Julián estaban comentando de la experiencia más rica que habían tenido, Julián le decía a Michel “tremenda mujer que tu tienes……”
Llegué y me acosté en uno de los sofás y les pregunté si les había gustado, ambos me miraron y me dijeron que era lo más rico que les había pasado y yo me empecé a tocar otra vez, ellos me miraron y se dieron cuenta que quería más y de nuevo empieza la faena, ambos me empiezan a acariciar y a tocar y yo a venirme de nuevo……. ….. Han pasado tres semanas después de haber tenido esta fantasía hecha realidad. He tenido junto a mi marido los mejores orgasmos y estoy esperando que haya otra nueva experiencia, los mantendré informados.







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